sábado, 30 de enero de 2010

LA VIDA LOCA



Christian Poveda dio su vida por retratar la verdad, por retratar la vida "loca" de los miles de jóvenes salvadoreños que año tras año ven su vida destrozada por las maras, unas pandillas compuestas por los herederos de los emigrantes a los Estados Unidos durante la Guerra Civil.

En un documental de una crudeza agonizante, el hispano francés nos muestra cómo es el día a día de la Mara 18, sin escenas violentas, preocupándose única y exclusivamente de mostrar el lado humano de un conflicto olvidado.

Son personas, ésa es la mayor enseñanza que nos dejó el realizador a cambio de un alto precio: su vida. Esas mismas personas a las que se acercó, con las que convivió durante un año, son las que lo asesinaron. Ello es el más claro referente de la brutalidad y exacerbada violencia que afloran en el interior de los jóvenes tatuados que matan y se dejan matar por la pertenencia a la mara.

AMAIA ORTIZ

viernes, 29 de enero de 2010

La Mara 18



Christian Poveda, autor del documental "La Vida Loca", fue un fotógrafo y cineasta hispano-francés de fama internacional. El 2 de septiembre de 2009, murió a tiros en la localidad salvadoreña de Tonacatepeque, a unos 16 kilómetros al norte de la capital, donde había estado trabajando en este documental. Fuentes de la Policía Nacional Civil comunicaron que fueron detenidas cinco personas relacionadas con su asesinato, cuatro integrantes de una banda juvenil como autores o instigadores y un policía como cómplice.
"La Vida Loca" es un documental que nos adentra en el mundo de una banda salvadoreña llamada Mara 18, un mundo marginal, violento y criminal en el que reina la ley del más fuerte. Poveda deja de lado este lado más sangriento de la banda y se centra en el aspecto más humano y cotidiano de la Mara 18. Nos hace participes de su día a día, como trabajan, como y en que se divierten.
En América Central estas bandas son una copia del modelo de las pandillas de Los Ángeles creadas por los salvadoreños que emigraron durante la guerra civil a principios de los años 80. Allí surgieron la Mara Salvatrucha y la Mara 18, las dos principales pandillas que se enfrentan hoy día y entre las que no existe diferencia ideológica o religiosa que pueda explicar esta lucha a muerte, esta lucha que enfrenta a pobres contra pobres.
Christian Poveda debe ser una ejemplo para nuestra futura profesión, el periodismo. El principio más básico del periodismo es que si quieres contarle algo al mundo debes verlo con tus propios ojos y sufrirlo, cosa que Poveda sabía.
La pasión que sentía por su trabajo le hizo meterse en la boca del lobo, y desgraciadamente el lobo se lo comió.

domingo, 24 de enero de 2010

La Vida Loca





Crhistian Poveda se convirtió en uno más de la Mara 18, en un intento superado con creces, de hacer un trabajo periodístico y sobre todo, humano. En el vídeo de Avid, hemos intentado que quede patente que él mismo consiguió convertirse en uno de ellos, estableciendo una relación muy personal con cada uno de los integrantes, hasta que, lamentablemente, fue considerado un traidor y acabó como cada protagonista de su vídeo: asesinado.

Es evidente que establecer paralelismos con el sino del documentalista no puede ser un deseo para ninguno de nosotros, pero planteémonos el Periodismo no sólo como un trabajo, sino como una fuente de riqueza humana, en la que, aprender de los demás y mostrárselo al mundo, hace comprender los motivos de los conflictos a pesar de no compartirlos. Y eso, es una auténtica razón para continuar estudiando y convertirnos en algo más que buenos profesionales: personas con riqueza interna, capaces de analizar los contextos y conocer profundamente las situaciones. Así, este proceso será algo intrínseco en cada uno, y aportaremos a nuestro trabajo y a la vida personal, un punto de vista diferente, necesario y, ¿por qué no?: muy especial.

sábado, 23 de enero de 2010



Christian Poveda autor de "La Vida Loca" fue asesinado en septiembre de 2009 en El Salvador, poco tiempo después de la realización de este documental en el que trataba de adentrarnos en la vida cotidiana de un grupo de pandillas llamadas "Mara 18" que se dedicaban principalmente a la extorsión, al robo y tráfico de drogas.

La Mara 18, que se caracteriza por tener su propio lenguaje, tatuajes, códigos y elevados niveles de agresividad, violencia y criminalidad. Esta pandilla y la Mara Salvatrucha, iguales una y otra en crueldad, impulsadas por la negación de todo y la muerte, viven una guerra sin piedad. Algunos de estos jóvenes fueron asesinados en el transcurso de la grabación.

Natalia Rihawi